En
el mundo hay 3.064 superyates, es decir, embarcaciones que superan los 24
metros de eslora. A este selecto público quiere atraer el proyecto
de la nueva marina de lujo del Port Vell de Barcelona. La cifra
figura en un estudio encargado a la consultora Siport 21, que diagnosticó la
seguridad en el atraque de estas embarcaciones. El informe hace parte de los
documentos que se encuentran en exposición pública en la sede de la Autoridad
Portuaria de Barcelona (APB).
Siport
21 cita “diversas fuentes” a la hora de hacer el inventario, en el que afirma,
entre otras cosas, que el 83% de esas embarcaciones tienen entre 24 y 30 metros
de eslora. No indica en qué lado del Atlántico están estos navíos. Solo los
mayores de 100 metros podrían cruzar el océano por ellos mismos. La oposición
cargó ayer una vez más contra el proyecto y recriminó al alcalde, Xavier Trias
(CiU), que lo apruebe. Según el estudio de la consultora madrileña Siport 21,
encargado en octubre del año pasado, en el mundo hay 260 yates que tienen una
eslora de entre 50 y 60 metros. En el rango de entre 60 y 80 metros solo hay
167 embarcaciones. El abanico lo completan las 41 naves con esloras entre 80 y
100 metros. Finalmente, solo hay 26 yates que superan los 100 metros.
El
gran tamaño de estas naves obliga a la reconfiguración del espacio de la
marina, con la consecuente eliminación de cuatro pantalanes, la reconversión de
otro, la rehabilitación del Moll d’Espanya y obras en el de Pescadors, donde
ahora no amarraban veleros del Port Vell. Todas estas obras de infraestrutura
marítima están encargadas a la empresa Ingeniería y Construcciones Catalonia
por 15,74 millones de euros. Los trabajos que ahora se están realizando,
asegura una portavoz de la APB, no tienen nada que ver con la renovación de la
marina, ya estaban previstas, pero en realidad le serían útiles.
El
estudio de maniobra de Siport 21 tuvo como objetivo “analizar el máximo tamaño
de yate que puede entrar en la marina en condiciones de seguridad”. La página
web del proyecto de la marina del Port Vell asegura que el puerto deportivo
tendría capacidad para navíos de “hasta 180 metros de eslora”.
Para
el diagnóstico, la consultora recurrió un a simulador holandés y se evaluaron
tres superyates tipo de 69, 105 y 125 metros con diferentes condiciones de
viento y marea. “Las zonas de maniobra de marina del Port Vell son muy
restringidas para el tamaño de los barcos analizados. Es necesario realizar
continuamente un proceso de percepción y tomas de decisiones con respecto a la
maniobra del barco”, concluye el informe.
“Las
maniobras de todos los barcos con eslora superior a 40 metros deben ser
realizadas evitando que otras embarcaciones naveguen en las proximidades, por
motivos de seguridad. Esto supone un cierto obstáculo para la accesibilidad de
la marina, pero no son de esperar demoras de más de 15 minutos”, también
advierte el texto. En otro punto recomienda mantener el Moll d’Espanya “libre
durante las maniobras de salida en caso de vientos de más 20 nudos”.
Los
nuevos detalles del proyecto de la marina levantaron las críticas de la
oposición en el Ayuntamiento. Si bien en este momento de la tramitación el
Consistorio no tiene que pronunciarse, el PSC e Iniciativa criticaron la postura
del alcalde, quien ya ha hecho público su apoyo. Se espera que esta
semana la APB solicite la modificación del plan especial.
“El
modelo Barcelona ha muerto”, sentenció el presidente del PSC en el
Ayuntamiento, Jordi Martí. “Una marina de lujo en el corazón de Barcelona, con
una arquitectura de gueto para ricos, es un insulto a la historia de la ciudad.
Renunciar a un equilibrio armónico entre el uso ciudadano y los usos marineros
implica no entender la ciudad. Trias no entiende Barcelona, ni somos Las Vegas
ni somos Mónaco”, remató Martí.
“Las
posiciones favorables de diferentes miembros del gobierno a este proyecto
muestran que el urbanismo de CiU no es el de las personas, sino el de los
poderosos”, criticó Ricard Gomà, presidente del grupo de ICV-EUiA, que también
recalcó “la desconexión con la ciudad” que tendría la instalación.
Representantes del PP aseguraron no tener aún “una postura definitiva”. Los
vecinos, por su parte, están preparando alegaciones al proyecto. Uno de ellas,
que a menos de un kilómetro, en la nueva bocana y cerca del hotel W, se planea
otra marina de lujo.

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